2020-12-19 |
Mis amados, no solo mi iglesia agonizante será probada, acrisolada y purificada para que solo queden unos pocos cuyo corazón verdaderamente me pertenece. Cada parte de mi iglesia y el mundo deberá pasar por el mismo fuego abrazador que purifica para luego dar paso a la vida y al mundo nuevo. El clero ahora comparte la agonía de mi Hijo, muchos ya camino al calvario. También ustedes como miembros míos, de mi iglesia, serán puestos a prueba y se separarán el fruto de la hiedra. Solo aquel que de frutos seguirá entre mis críos, para la pasión que todos deberán sufrir antes del mundo nuevo. Todos mis grupos, mis misiones, mis instrumentos alrededor del mundo están llevando el combate espiritual más fuerte hasta el momento y serán despojados del peso muerto y de aquel que vestido de cordero, no es mío de corazón. Lo mío deberá ser lavado y enlistado, ceñido perfectamente para sobrevivir en los tiempos finales.
Os confunde el maligno, os distrae, os hace soberbios dentro de lo que creen es humildad. Os hace creer devotos y piadosos, escondiendo soberbia espiritual y falta de amor. Os hace ser curiosos y buscar por fuera de cuanto os he revelado para confundirlos e incitarlos a creerse más dignos que otros o más conocedores sin ver que al final cada cual será probado en el amor. Os digo ya mis amados, aquel que no ame, que no haya aprendido a amar, no habrá reunido nada a pesar de sus oros, a pesar de su sacrificio. Solo el amor os mostrará el camino entre las tinieblas de confusión que reinará en el mundo y en mi iglesia. Ante cada cuestionamiento, pregúntense ¿Qué haría Jesús? Aquel que amó como ningún otro y así no vacilarán con sus posturas, opiniones y decisiones. Aquellos que le imiten más tendrán un faro de luz, siempre ante ellos para guiarles hacia Él. Jesús.
Conózcanme, hijos. Estudien. Pero que esto sea para actuar más en el amor. Memoricen mis leyes para no caer en el pecado, pero sobre todo para no hacerlo por amor. Estudie mi Palabra, para discernir lo mío y saberlo reconocer y así obrar cada día en el amor. No cometan el mismo error de muchos en la primera venida de mi Hijo. Unos que no le reconocieron, otros que le reconocieron y siguieron, pero no le amaron y luego volvieron a sus vidas de antes. Otros que le reconocieron, siguieron y amaron, más no practicaron su amor y así no perseveraron ni dieron frutos. Amen, mis pequeños, amen en lo pequeño y poco a poco irán amando más, en cada aspecto de sus vidas. Así se hacen santos, así cumplirán mi voluntad.
Cuiden los juicios que emiten, el ejemplo que dan a otros, su forma de hablar ante otros, para que estos solo puedan ser oportunidades de amar. Solo ese amor contagia y lleva a otros a querer buscarme, buscar a Aquel que es solo amor, amor verdadero. Y al reconocer ese mismo amor del Padre que los atrajo en ustedes, en mí, solo así su conversión será contundente y segura. Solo así, en el amor, lograrán salvar almas.
Se divide mi iglesia y dentro de esa división habrá muchos bandos. Pero solo UNO, aquel que sigue la ley, el ejemplo de mi Hijo, la tradición y que obra en el amor, será mi remanente fiel. Muchos se autodenominan esto. Cuidado mis amados en confundirse. Cuidado en dejarse llevar por la soberbia que tanto reina aún en muchos que se llaman míos y piadosos. El mal se disfrazará de varias formas para hacerles creer que van por un buen camino.
Debido a este combate, ahora os pido orad unidos. Apóyense unos con otros. No permitan que el mal confunda. Unidos, dialoguen, corrijan fraternalmente a aquel que obra mal o se distancia de cuanto os he revelado. Cuídense unos a otros como la familia que son. En amor, abran los ojos de aquellos que llaman sus hermanos antes de que llegue el tiempo de depuración. Unidos, orantes, en amor. No dejen a solas a ninguna oveja, que pueda extraviarse por falta de compañía, de explicaciones o de conocimiento. Unidos, bajo mi Palabra, compartirán una sola idea y se ceñirán a esta, para que os vean unidos y firmes como grupo de Dios. ¿Puede un grupo liderado por el mismo Dios, llevar ideas diferentes, contrarias o dispersas?
Os pido a cada uno que me respondan esto.
¿Dios es unión o diversidad?
¿Dios es claridad o confusión?
¿Dios es paz o desasosiego?
¿Dios es claro o vago?
Unidos en Dios y en amor todos, no reflejarán el mismo mal que aqueja a mi iglesia y que divide definitivamente para mostrar quien es maleza y quien realmente será de mi grey. |
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2020-11-24 |
LOS MOSQUITOS, ESA PLAGA LES HACE GRANOS EN LA GARGANTA. ESA PLAGA DE MOSQUITOS TRAE MÁS PESTE Y LAS TINIEBLAS DEL MAL LOS LLEVAN APRISA A SALIRSE DE MÍ Y PRIMARÁ CELEBRAR LA PAZ SIN DIOS. |
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2020-11-24 |
EL AGUA DEL MAR SALE HACIA EL DESIERTO Y LO TAPARÁ. LA PELEA POR EL PASO POR EL DESIERTO, ES POR EL DESTIERRO, Y LA SALIDA DE AHÍ ES ESTROPEADA POR LAS AGUAS. |
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2020-11-12 |
El paso del tiempo enseña a los orgullosos, moldea al soberbio, doblega al falto de humildad. Aquel obstinado, deja de serlo al verse doblegado por la edad, por el transcurrir de los años. Mi pueblo, mi remanente, los fieles que lideran entre mis tropas, se ven probados ahora por el tiempo y se afanan y claman al Alto, prontitud y ser defendidos. Os permito ahora pasar por el crisol purificador que os prepara aún más para la batalla, para doblegar el yo y sacarle de raíz. Gran responsabilidad viene con ser hijo predilecto, con ser portador del evangelio, con ser conocedor de la verdad. El Paráclito os acompaña en cada instante, pero ahora más que nunca son probados los míos que han resistido a cuanto ha ocurrido hasta hoy. Ahora, más que nunca hijos, se alzan contra ustedes legiones del enemigo de mi Hijo y verán como estos se materializan en aquellos que os señalan, persiguen y que pronto, incluso, les buscarán para silenciar.
El vil envía a sus secuaces para exacerbar el pecado y es a través de sus sentidos que ahora les incitarán a caer en el errar. El bullicio visual y auditivo, los excesos carnales, el deseo desbordante del tener y poseer. Estos seres manchan su alma si les permiten entrar por sus ojos, sus oídos, su boca. Mortifiquen entonces sus sentidos y su Padre les enseña a vivir una vida realmente equilibrada; aquella que tantos buscan fuera de mí y de mi Hijo. Os veo lentos en sacrificio, ayuno y mortificación, pero solo estas armas les preparan para soportar lo venidero.
El sacrificio amarra su “yo” y espanta a los demonios de la avaricia, del amor propio, la falta de caridad. El ayuno doblega la carne, ayuda a controlar los sentidos y espanta a los demonios de la gula, la ira, la falta de voluntad.
La mortificación venda a los ojos humanos para así darle luz a los ojos del alma. Espanta los demonios de la soberbia, del deseo de poder, de ser enaltecido.
Ayunen semanalmente amados y crecerán en templanza. Hagan sacrificios varias veces por semana y aprenderán a amar la cruz. Mortifíquense a diario y aprenderán a amar a otros y a dejarse a sí mismos para el final. Obedezcan al Alto y os alisto para las filas de mis ejércitos. El que así actúe ahora, será predilecto por mi Madre y será ella como capitana que os dará escudo protector.
Aún falta tiempo de purificación antes de los grandes eventos. Falta tiempo antes del fuego que envolverá todo para hacerlo como nuevo. Pero este tiempo ya sobre vosotros es de gran dificultad para aquellos sedientos del Alto y de gran prueba para medir lealtad de aquellos que se llaman míos. Y así se cumplirá lo escrito “…los últimos serán los primeros”.
Aquel que sienta con insistencia en su corazón el darse ahora en mayor medida, que obedezca el llamado de su Padre. Aquel que sienta con insistencia en su corazón el donarse más y sin medida, que obedezca a su Padre. Aquel que sienta en su corazón que debe transformar aún más su vida, que obedezca a su Padre. Estos llamados los hago ahora a solas, a cada uno de mis hijos. A solas, en el silencio y privacidad de su habitación. Pues a solas y en el sacrificio encontrarán a su Padre y allí siempre os espero.
Dentro de un tiempo os dirán que, debido al virus, las economías tambalean. El dólar será la moneda en muchos países. El Rey que ahora toma el trono es marioneta del enemigo de Dios y grandes cambios están por venir para ese pueblo. Cada acontecimiento abre camino para el vil. Crearán una nueva asamblea entre las naciones para colaborarse en los tiempos difíciles venideros. Allí trazan planes para unificar todo: leyes, sistemas de monitoreo, educación, salud pública, sistemas bancarios… todo igual para todos.
Mi iglesia se pronunciará y apoyará al mundo confundiendo a los míos con falsas interpretaciones de mi palabra. Dirán que esto es agradable al Hijo que buscó unir a todas las naciones en amor al Padre de todos en común. Yo no comulgaré con esos que abracen los caminos del seol. Yo no estaré entre aquellos que olviden lo mío por estas nuevas tendencias. Yo no estaré en sus templos ni en sus ritos sacrílegos. No me abajaré a sus mentiras, ni tibiezas, no les protegeré de los enemigos a los que les abren las puertas.
Dirán que estoy entre aquellos que hacen el bien y solo estaré entre los míos santos, que siguen mi ley. |
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2020-08-30 |
Mis amados, su Padre os saluda, su Padre os bendice. Benditos aquellos que habiendo escuchado mi llamado lo atienden con prontitud. Así me alaban y demuestran que me aman. Benditos aquellos que continuamente vienen en oración, abren las puertas de su alma para recibirme y para mantenernos en continua comunicación esa alma con su Padre. Benditos aquellos que abandonan poco a poco lo del mundo para agradarme y adquirir poco a poco los bienes del cielo. Estos no sufrirán tanto con lo venidero pues ya entrenan a su cuerpo para resistir hambre a través de ayuno, ya niegan la carne y se esfuerzan por vivir con lo suficiente. Su felicidad no yace en lo mate lorial y cuando sean despojados de esto, brillarán con la misma alegría, pues saben que su paz proviene de su Padre y no del mundo. Cuando teman por su bienestar o el de sus familias rápidamente se acordarán las promesas del Altísimo las promesas del Altísimo y recibirán el aliento de mi Espíritu, y no temerán más, pues su confianza estará puesta en mí, como tantas veces vieron mi actuar antes, en su amistad conmigo. Aquellos ya han abonado el terreno para vivir solo de su Padre, por su Padre, y gracias a su Padre, en todo lo venidero; pues habrán practicado ese abandono, ese amor, esa entrega. Bien han hecho estos mis hijos. Os exhorto a todos a imitar esos buenos pasos ya. Pronto será muy tarde. Os doy la gracia para hacer todo en mi Nombre.
Vendrán días de desconsuelo, angustia y desorden. Los míos vivirán con la paz de mi Espíritu, pero aquel acongojado con su pecado, buscarán y no encontrarán, sollozarán sin llegarle la calma. El orden conocido se perderá. Al aparecer el hombre del mundo, príncipe de las tinieblas, el dinero ya no servirá para comprar, las ciudades parecerán escenas de guerra; los orgullosos habrán guardado sus riquezas para ellos y dejarán morir de hambre al pobre en las calles. Cada hombre por si mismo. Miles de empresas quiebran y el mundo será acongojado con el miedo de armas nucleares y armas que enferman al ser. Cada país velará tan solo por sus intereses. La diplomacia se habrá perdido.
Este hombre avanza en sus planes y les ve cumplirse; en su soberbia y odio no ve más allá que el obtenerlo todo. Al ser perseguidos, mis amados serán refugiados en el corazón de mi Madre y saldré para ese momento de las ciudades y lugares de perdición, para ir a su encuentro de refugio en refugio. Dirás a todos, hijitos, que solo en el campo, refugiados, sobrevivirán. Los demonios del príncipe de las tinieblas tendrán orden de tomarse las ciudades para poseer a todos aquellos marcados y entregados al nuevo orden y se verá cumplir la palabra, el hijo se va en contra de su padre y este en contra de su familia. Unos contra otros, pues estos estarán poseídos y la orden del vil como muertos vivientes. Al pasar esto ya no serán sus familiares amados, será parte del ejercito del vil.
De refugio en refugio recorreré el orbe librándoles y protegiéndoles de aquel que os acecha. Protegidos estarán exponiendo a mi Hijo en el Santísimo Sacramento a toda hora. De allí, acompañando en oración, saldrán destellos de luz, que harán una burbuja protectora sobre sus lugares santos y varios kilómetros a la redonda. Los sensatos y puros de corazón, los humildes, serán llevados por mi Espíritu, para asentarse a sus alrededores y confirmaré que son mis elegidos para tranquilidad de los míos. La oración os protegerá y dará la paz necesaria para sobrevivir un tiempo sin conocer que ocurre afuera. Unos pocos serán designados para salir y enviar mensajes a otros y medir cuanto ocurre en el orbe. Seguirán anunciando el Reino de los Cielos y cuanto os dicto. Se prepararán para hacer esto sin ser vistos o monitoreados.
Será pues el momento de agonía, pero guarden la esperanza de saber que se acerca mi Hijo a quien han dado gloria con su obediencia, su entrega y su fe. Desde allí, le verán llegar entre querubines y una majestuosa carroza. Su corona más brillante que el sol. Vestido de lino blanco. Resplandeciente entre nubes y gloria. Entre cantos celestiales y cantarán, y entonarán con los coros angelicales, el alleluyah, pues su Dios habrá cumplido cuanto os ha anunciado. Vivan con la confianza de ver este momento amados, pues serán ustedes mis críos quienes le verán.
Así la dificultad os ataque, así el mal parezca triunfar a su alrededor. Cuando sientan el dolor de tener que despedir a los suyos para no verlos más, o dejar atrás cuanto adquirieron con tanto esfuerzo. Ante todo, esto seguirán confiados en mis promesas, pues cada una la cumpliré. Y se unirán a la crucifixión de mi Hijo Unigénito y participarán de ella en su dolor y así expiarán sus pecados. Pocos verán tal misericordia como la que regalaré a aquellos que se mantengan fieles y leales conmigo. Aquellos que me defiendan y den todo por cumplir cuanto os digo y auxiliar a mis ovejas, perdidas, descarriadas y próximas a caer en el abismo. Firmes en fe mis amados, firmes sus corazones unidos al mío. Os guardo y cuidaré como a mis hijos consentidos. Os bendigo.
Dios abre en Isaías 52, 12-16. Yavhé consolador.
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2020-08-25 |
Es en la oración donde yo hago presencia en cada alma, y es allí donde sus ojos, oídos, corazón y mente se abren solo para mí, y me sienten y escuchan con mucha más precisión y amor. El que ora habla con Dios. El que ora ama a Dios. El que ora sirve a Dios. Es en la oración donde yo entro en el alma de cada uno y hago prodigios. El alma sin oración está tan llena de sí que no siente que Yo le sea necesario en su vida. Se siente insuperable, y a mi me deja a un lado. Más en tiempos difíciles se postra delante de mí y ora. Ay mis pequeños, cuanto me agrada la oración sincera y tierna en todo momento, que solo buscar estar a solas con su Padre Eterno, que busca darme unas palabras de amor, que busca su felicidad y paz en mí. Mi pequeña, todo tiene su tiempo, yo cree el mundo y yo cree el fin, soy como un circulo en donde soy inicio y fin. Fuera de mí, mi amada, nada hay. Soy yo quien reinará siempre, hasta los confines de la tierra. Soy yo quien busca que la hora de la justicia llegue en el momento indicado. Pues mi mano justa no ha caído aún sobre el orbe por tantas almas santas que brillan en medio de tanta niebla oscura. Son pequeñas luces blancas que se ven desde el cielo lo que no ha hecho que llegue la hora tan terrible para la humanidad. Son aquellas almas que buscan la perfección, que oran por el mundo, que reparan cada pecado. Son aquellas almas que buscan aliviar mis penas. Son también aquellas que están escondidas en conventos o seminarios, son aquellos hijos predilectos que con solo una oración suya pidiendo perdón, baja mi mano justiciera sobre el orbe. Si mis pequeños, son aquellas almas cuyo amor, caridad y fe llegan hasta lo profundo de mi corazón y lo ablanda. Son aquellas almas que se postran ante mi y me piden misericordia, que contemplan la pasión de mi hijo y me ofrecen su sangre. Ay mis pequeños, si fueran cada vez más almas, su Padre del cielo esperaría. Su Padre del cielo os daría tiempo, su Padre del cielo os daría la sabiduría bajada del cielo para que estén preparados para aquella hora. Pero mis pequeños, ya es demasiado, mi corazón sangra de dolor, mis ojos lloran lagrimas amargas, mi Madre se arrodilla frente a mi con sus ojos llenos de dolor y me suplica tiempo, me suplica misericordia, los ángeles se arrodillan ante mi y esperan mis órdenes.
Ya todo está en puertas, y ustedes siguen pensando que ese día es lejano. Ustedes siguen creyendo que ese día no se dará pronto. Ustedes siguen pensando que ese día no lo vivirán. Ay mis pequeños, tantos anuncios, tantas palabras, tantos milagros y siguen sin creen de quien os habla y os llama. Pocas almas perseveran, muchas almas se rinden al ver que pasan los días y el día de Dios no llega. El alto os dice, no bajareis la guardia, la perseverancia es para los justos, quien no persevere hasta el fin, ese perderá. Quien no persevere hasta el fin, ese perderá todo el esfuerzo y el camino que ya había avanzado hacia mí. El que persevere, ese es quien se salvará. No seáis cómodos. Que el Alto os pide que, como guerreros a punto de iniciar la batalla, confíen en el Dios que os hizo y que cumplirá con cada una de sus promesas. Como guerreros saldrán al encuentro de su Padre.
Abre la ley.
Dios abre en Macabeos 1, 43-67 “persecución religiosa”
Os pregunto, ¿Estáis dispuestos a dar su vida por mí? ¿a que a raíz de los sucesos malvados abandonéis al mundo y me elegís a mí? ¿a seguir mis leyes antes que las del mundo? ¿a preferir la muerte antes de desagradarme con cosas manchadas? ¿a sufrir fuertes tormentos antes de injuriar mi ley y mi nombre? Ay mis pequeñitos, cuanto os amo. Cuanto os deseo tenerlos junto a mí. Pedid fortaleza y yo os la doy.
Ya vez mi pequeñita Ester, os vuelvo a decir, la persecución ya ha iniciado en el mundo entero. Buscan que todos renuncien a su ley. A la ley de Dios. Buscan apártalos de lo de Dios. Buscan gobernarlos desde un solo camino. Buscan que renuncien a Dios, a lo sacro, a lo solemne. Es ahí el propósito de evitar que vuelvan a mi Misa, es ahí las puertas cerradas de las iglesias. ¿ya entiendes mi pequeña? leyes creadas por hombres de mala voluntad, pueden llegar a formar todo el caos que se acerca. Unas pocas leyes anunciadas por los reyes del mundo harán que poco a poco se desencadene todo. Si mi pequeña, todo se acerca, de una forma sigilosa y escondida. Poco a poco os anuncian nuevas leyes, medidas y políticas que os obligaran a escoger su camino. Poco a poco se verán cada vez más acorralados y ahí es cuando tendrán que salir, cuando todo se destape, todo será tan rápido que muchos no alcanzaran a discernir, muchos no alcanzaran a entender. La elección es ya. Que nada os coja de sorpresa, pues su Padre del cielo os llama, os anuncia y os habla. Ay de aquel que no oiga. |
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2020-08-13 |
El peso de la cruz fortalece el espíritu, el peso de la cruz otorga templanza y firmeza. El peso de la cruz repara el pecado que marca el alma y así hace que poco a poco desaparezca esa cicatriz. Alégrese aquel que atraviesa la prueba en nombre del Señor. Alégrese aquel cuya cruz se hace más pesada al servirle al Altísimo, pues estos serán aliviados. Dios responde ahora a todo cuanto has pedido en oración pues solo se crece en espíritu atravesando el crisol. Solo se crece en gracias atravesando por el desierto. Alégrense aquellos que serán señalados y difamados por mi causa, pues de ustedes será mi reino de los cielos.
El mal confunde, el mal divide, el mal obnubila, el mal desespera. El vil atormenta, el vil señala y juzga el vil siembra engaño, se jacta en mal entendidos, se jacta en la mentira. El mal exaspera los sentidos y lleva a la mente los placeres y excesos. Excesos en todo, aún en la aparente fervorosidad. El mal siembra rivalidades, busca hacerse notar para llevarse consigo más amistades y seducirles hacia lo mundano. El mal engatusa, el mal se viste de muchos disfraces para seducir a su presa.
Críos, os enseño y alerto. Os doy pautas para que identifiquen que ha sido sembrado por el vil, pensamientos, deseos, conversaciones, inclinaciones, acusaciones. El vil siembra, pero el hombre se encarga de rociar y abonar terreno o de cortar la hiedra venenosa que amenaza los frutos de Dios. Os enseño no para que esperen a ver los efectos de aquello que obstaculiza lo mío, sino para que sean capaces de detenerlo antes de que germine.
Dios abre en Salmo 56(55) “El fiel no sucumbirá”
Dios vuelve a abrir la Palabra en Salmo 140 (139)
Hallan daños para el ser luego de mucho tiempo de sufrir la tos, se exacerban algunas enfermedades de antaño. El hombre cree poder poner al ser bajo lupa como si fuese el Alto, pero su ciencia fallará. Algunas vacunas enferman al ser, otras curan, la tos va y vuelve, pero no se irá del todo. Largo será el retorno a la supuesta normalidad, pero nada será igual. Todo se desajusta, como entrar a una casa decaída luego de que un sismo la sacude.
Aquellos alejados de mi entrarán en desespero y grupos se forman para tomarse el orden. Sutilmente se toman el poder y dictarán órdenes y normas para ejercer control. Varias ciudades serán desalojadas y acrisoladas entre revueltas. Ahora tan solo siembran la necesidad de buscar otra forma de regirse y pronto verán el caos que han querido producir. Ante el caos sean pues como los hijos de Dios que se sostienen firmes e inquebrantables y no se dejan llevar por las tormentas de la confusión que es sembrada precisamente para confundir a todos, aquellos que se llaman míos y también aquellos que creyéndose míos se dejarán arrastrar por la confusión.
Dios abre la Biblia en San Mateo 7, 21-77
Controlen sus pasiones, sus afanes, sus temores. No sea que en medio de ellos dejen de estar vigilantes de la llegada de su Señor y dejen de preocuparse por lo importante, mantenerse puros.
Dios abre en San Mateo 13, 24-30. Parábola de la cizaña. |
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2020-08-04 |
PROVEEROS DE VERDURAS Y DE COSAS POR SI ESCASEAN; NO SE CANSEN, EL CIELO OS DARÁ ESTAS COSAS. ¡DIOS OYE SI CLAMAN! |
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2020-07-12 |
NADIE PARARÁ ESA TOS; LA VIDA SE OS VA DÍA A DÍA.
ESTA PESTE MOLESTA TANTO O MÁS PORQUE NO ACEPTAN, NI LE DICEN A LAS NACIONES, NI LE OFRECEN NADA PARA PODER GANAR PLATA Y NO SE AFANAN PORQUE SANEN. |
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2020-07-05 |
El orbe se sumergirá en tal penuria que será difícil para muchos sostenerse en la fe. Son una generación acostumbrada al buen vivir, no conocen otra forma de subsistir sino solo como han vivido hasta ahora. Aquellos que quieran sobrevivir deberán en poco tiempo despojarse y aprender a encontrar felicidad y gratitud, tan solo en el hecho de respirar, tener a sus familias salvas y poder escampar la noche. Doloroso es lo que vendrá, pero mis críos serán llamados a ser faro de luz y alegría para los míos. Un aliento en el camino. Verles hacer milagros y mantenerse erguidos y alegres dará paz y alivio a quienes lo han perdido todo.
Llegan muchos enfermos de salud y corazón y creerán que podrán ser sanados al ver mi luz en sus rostros. Estos no serán defraudados por el Alto. Hablarán mi palabra, expulsarán demonios que saldrán desatados por el orbe, sanarán a aquellos que con fe lo crean. Traerán la paz que solo mi Santo Espíritu trae sobre los míos y entonces muchos creerán.
Aquellos que serán dados el don de sanar, sentirán la necesidad de orar sobre aquel enfermo y al darle la mano, en fe, permito se den estos milagros. Aquellos que podrán expulsar el mal, se confrontan con este de seguido, así lo distinguen y pondré en sus corazones instruirse con las oraciones y ritos necesarios para hacerlo. No ignoren esto que despierto ahora en ustedes, hijos que expulsarán al vil pues será ya el tiempo para entrenarse. Aquellos con dones contemplativos, sentirán la necesidad para donarse cada vez más en la oración, en lo santo y sus oros se dedicarán día y noche por las almas y hacer más fuertes a mis grupos. No les dará sueño ni sentirán hambre.
Todo se dará ahora, para que estén bien preparados los míos. |
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