| 2021-01-09 |
En cada país ahora se vuelven más inciertos los tiempos, se sublevan las multitudes, todos sintiéndose inconformes, viviendo en injusticia y fragilidad, pocos pueblos hay donde reine la paz. Mis ovejas se sienten perdidas, confundidas por cuanto oyen y ven. Os distraen con todo tipo de rumores para que no vean los cimientos que realmente están tambaleándose y por caer.
El cimiento cristiano, de la fe en mi Hijo y un Padre que todo lo ve, es atacado desde dentro de la iglesia, al hacerles ver que el cristianismo es tan solo una expresión más de fe, de querer entender el más allá y así empoderan más al hombre y hunden mi verdad, mi doctrina, mi moral. Todos en búsqueda del bienestar para sus cuerpos, sus mentes, su espíritu, olvidando por completo el bienestar de aquello que vivirá la eternidad ante la Gloria de Dios o los suplicios del infierno, el alma. Es por esto que os quieren hacer creer que lo más valioso es cuanto hagan en vida, para que el vil asegure sus almas para sí, luego de la muerte.
El cimiento cristiano de la familia será socavado en tan solo dos generaciones. Críos inocentes que hacen ante un sinfín de posibilidades de sexualidad, de género, de ideologías perversas, que lejos de traer amor y entendimiento traen confusión, desespero y una vida anti-natura, en contravía a la naturaleza creada por mi para la vida armoniosa y plena de los hombres. A mis críos les infestan sus mentes con pecado para hacerles caer en lujuria, homosexualismo y perversión a corta edad. Millones de familias serán devastadas por esta plaga y solo mis familias santas que caminan bajo el amparo de la Sagrada Familia, podrán verse guardadas de los ataques que os dividirán y extinguirán.
El cimiento cristiano de los principios de moralidad será socavado para justificar hacer el mal a quien la razón dicte, atenta ahora no solo contra la creación, la naturaleza, sino también contra la persona humana, justificando la moralidad creada por el hombre, como una más amorosa y misericordiosa que aquella del Padre. Olvidando así, un principio básico para mi y es que jamás estará permitido hacer el mal para obtener un bien. No se dejen engañar mis amados. Todo cuanto queréis que hagan los hombres, hacedlo también vosotros pues vinieron al mundo no solo para jactarse, a hundirse en sus pasiones y vilezas y repletarse y saciarse, logrando así una inútil existencia ante mis ojos, sino a hacer el bien y servir a otros. Caridad y amor, como único propósito de mi creación. Ahora solo cambiarán y cambiarán leyes humanas para justificar vivir del modo que satanás os quiere viviendo para poseerles en vida y luego martirizarlos por la eternidad.
Aquel que tenga oídos que escuche. La única verdadera razón para vivir es crecer y perseverar en la gracia de Dios, solo así tendrán una existencia llena propósitos. La moral volcada al yo, al individualismo es engaño del vil, de la misma forma que engaño a Eva y tentó a Adán en el paraíso, ahora se ven ustedes tentados y no ven así, como su acto se repite. El deseo del hombre, por encima del de Dios siempre os arrojará lejos de mí.
El cimiento cristiano de la salvación, todo cuanto mi Hijo representó. La humildad, la pobreza, el sacrificio, la sencillez, la justicia. El Verbo Eterno aquel que Es y trajo y dejó la palabra de Dios. El Verbo que se hizo carne para sacrificarse por la salvación de los justos. Jesús, mi Hijo, incomoda a todo aquel que sigue al vil y que le va donando su vida. No descansará hasta silenciarle o tratar de borrar a todo aquel que le encarne con su fe, su vivir y su actuar. El odio crece ya entre las naciones y de a pocos se arman para desaparecer a quienes se enorgullecen de la fe cristiana y de aquellos que le quieran defender.
No se vuelvan sordos, ni ciegos, ni mudos amados. Pero no se confundan ahora bajo el humo del vil. Os he mandado a escuchar y ver y hablar en mi nombre para la salvación de los míos, no para sentirse poderosos, orgullosos y más dignos de la verdad. Pues en gracia os he llamado a ser míos y es en mi gracia que abrieron sus ojos a la verdad. No fallen en su soberbia, sean prudentes y sepan acatar para que sus voces y acciones realmente den frutos de salvación.
Dan fuertes golpes a mis cimientos, pero olvidan que la cruz de mi Hijo es quien sostiene todo. Atacarán, pero no verán a Cristo derrotado. Por esto os digo aquellos que abracen la cruz, le amen y de ella se sujeten, no caerán ni se verán perdidos.
Dios me pide leer con detenimiento la Epístola de los Colosenses 2, 6-20; 3,1-25 y 4, 1-6. |
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| 2021-01-02 |
Lo venidero solo se soportará bajo la gracia de la oración de las almas en gracia comunión perfecta conmigo. Te explico lo que significa eso. Aquel en gracia perfecta entabla a diario conversación con el Alto y ya está acostumbrado a oírme en su alma y su mente. Almas entregadas a la tarea que les he revelado y encomendado, tarea santa, que se caracteriza por su cruz, su sacrificio y su servicio a mi y a mis almas. Aquellos hijos míos ya acostumbrados a no solamente escucharme, sino obedecerme y tomar mis caminos, por más a ciegas que puedan parecer para el mundo, ya que saben que Yo seré su faro y luz para andarlos. Almas acostumbradas a vivir guiados por cuanto os digo y no por sus propios pareceres o por cuanto les diga el mundo; pues ahora el mundo dictará muchos cambios y novedades tan rápidos y sutiles que muchos no sabrán que seguir. Cada día deberán decidir si optar por mí o seguir los caminos del mundo y cada decisión será crítica para perseverar en mí o perderse en la confusión.
Aquel en gracia perfecta, me escucha en su alma, conversa conmigo, me obedece y sigue mi plan y hace su tarea, pero también se distinguirá por el brillo de amor en su actuar, en sus relaciones, buscar la voluntad de Dios en cada cosa y rechazar categóricamente todo aquello que sea causa para confundir lo cristiano, lo santo y verdadero. Radicales en seguir mis mandamientos y mostrar mi amor. Almas orantes, eucarísticas y sacramentadas.
Usen bien su tiempo mis amados, pues poco tiempo de normalidad habrá. Oren cada día más, para que sus almas no flaqueen cuando todo cambie y se vean frente a la batalla final. No gasten su tiempo, pues, descifrando cuanto tiempo queda pues está escrito que solo Yo se el día y la hora. No gasten su tiempo analizando y escudriñando revelaciones y profetas, buscando entender y descifrar, lo que solo tiene sentido para mí. No malgasten su tiempo continuando sumidos en tibiezas espirituales y dándome solo de lo que les sobra. Vivan ahora como si mañana tuviesen que venir a mi encuentro y así agradarán a su Padre. Sean justos, prudentes y sensatos en cuanto hacen y busquen seguir mi voluntad en sus vidas en cada momento.
Dios me pide que abra su Palabra y abre en Evangelio según San Lucas 11,35-48 (Estar preparados para cuando vuelva el Señor).
Muchos críos inquietos me preguntan en su corazón cuánto falta, qué deben hacer, cuándo deben empezar. Os digo mis pequeñitos que se aferran en vano, pues preguntan mal. Más bien pregúntenle a su Padre. Padre mío, ¿Qué es lo que quieres de mi ahora? ¿Cómo te puedo servir mejor? Y en lo pequeño de cada día encontrarán paz donándose a mí. Y ante cada cosa os diré a su corazón cómo actuar, hacia donde coger, como un Padre amoroso que no suelta la mano de sus hijos.
Nada más es importante sino esto mis amados. No sigan pues el juego del vil, que tienta sus mentes, su “yo”, su inteligencia, su razón. Os bendigo y ciño para la vida eterna. |
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