2020-09-01 La obediencia mis amados es virtud agradable a mis ojos. El que es obediente vive en el Padre. El que doblega su propia voluntad por obedecer con amor, ese esta en mí y yo en él. Quien pone su voluntad antes de la de su autoridad, ese es un soberbio. Quien cumpla sin amor aquellos a lo que la autoridad os a mandado, ese es un soberbio y ahí no estoy yo. Quien quiera vivir en mi y venir a mi que sea el último, el que sirve a los demás, el que ve al otro con respeto y autoridad, el que niegue su propia voluntad. Ay mis hijitos, es el amor el que hará grandes obras. Ay de que obre sin amor, ahí no estaré yo, a pesar de que sea obra buena. Mi pequeña, no ven las gracias para sus almas y para miles de almas una sola obra hecha por obediencia perfecta y amor. No saben que, con solo un acto de obediencia, y de total sumisión a mi voluntad abren las puertas del cielo para muchas almas. Es allí donde yo obro. Es allí donde yo recompenso. Toda buena acción queda escrita en el libro de la vida y yo la tendré en cuenta en el día del juicio. Abre la ley. Dios abre en Joel 3, 1-21 “juicio final” Ay mis amados, tened siempre en su mente y corazón el día de su encuentro cara a cara conmigo. Tenedlo siempre presente, pensad en ello, contemplar en ello. Pensar constantemente en esto os hará obrar cada vez con más amor, mas obediencia y mas inocencia. Al hacer una acción pensar en aquel día y lo harán de forma más perfecta. Al hacer oración pensar en ese día, y sus almas se recogerán con mayor cuidado al hablar conmigo. Al hacer examen de conciencia y sacrificios, pensar en aquel día y sus obras serán cada vez más perfectas. Así ese día no os tomara con sorpresa, pues en su mente y corazón lo tenían siempre presente.
2020-08-30 Mis amados, su Padre os saluda, su Padre os bendice. Benditos aquellos que habiendo escuchado mi llamado lo atienden con prontitud. Así me alaban y demuestran que me aman. Benditos aquellos que continuamente vienen en oración, abren las puertas de su alma para recibirme y para mantenernos en continua comunicación esa alma con su Padre. Benditos aquellos que abandonan poco a poco lo del mundo para agradarme y adquirir poco a poco los bienes del cielo. Estos no sufrirán tanto con lo venidero pues ya entrenan a su cuerpo para resistir hambre a través de ayuno, ya niegan la carne y se esfuerzan por vivir con lo suficiente. Su felicidad no yace en lo mate lorial y cuando sean despojados de esto, brillarán con la misma alegría, pues saben que su paz proviene de su Padre y no del mundo. Cuando teman por su bienestar o el de sus familias rápidamente se acordarán las promesas del Altísimo las promesas del Altísimo y recibirán el aliento de mi Espíritu, y no temerán más, pues su confianza estará puesta en mí, como tantas veces vieron mi actuar antes, en su amistad conmigo. Aquellos ya han abonado el terreno para vivir solo de su Padre, por su Padre, y gracias a su Padre, en todo lo venidero; pues habrán practicado ese abandono, ese amor, esa entrega. Bien han hecho estos mis hijos. Os exhorto a todos a imitar esos buenos pasos ya. Pronto será muy tarde. Os doy la gracia para hacer todo en mi Nombre. Vendrán días de desconsuelo, angustia y desorden. Los míos vivirán con la paz de mi Espíritu, pero aquel acongojado con su pecado, buscarán y no encontrarán, sollozarán sin llegarle la calma. El orden conocido se perderá. Al aparecer el hombre del mundo, príncipe de las tinieblas, el dinero ya no servirá para comprar, las ciudades parecerán escenas de guerra; los orgullosos habrán guardado sus riquezas para ellos y dejarán morir de hambre al pobre en las calles. Cada hombre por si mismo. Miles de empresas quiebran y el mundo será acongojado con el miedo de armas nucleares y armas que enferman al ser. Cada país velará tan solo por sus intereses. La diplomacia se habrá perdido. Este hombre avanza en sus planes y les ve cumplirse; en su soberbia y odio no ve más allá que el obtenerlo todo. Al ser perseguidos, mis amados serán refugiados en el corazón de mi Madre y saldré para ese momento de las ciudades y lugares de perdición, para ir a su encuentro de refugio en refugio. Dirás a todos, hijitos, que solo en el campo, refugiados, sobrevivirán. Los demonios del príncipe de las tinieblas tendrán orden de tomarse las ciudades para poseer a todos aquellos marcados y entregados al nuevo orden y se verá cumplir la palabra, el hijo se va en contra de su padre y este en contra de su familia. Unos contra otros, pues estos estarán poseídos y la orden del vil como muertos vivientes. Al pasar esto ya no serán sus familiares amados, será parte del ejercito del vil. De refugio en refugio recorreré el orbe librándoles y protegiéndoles de aquel que os acecha. Protegidos estarán exponiendo a mi Hijo en el Santísimo Sacramento a toda hora. De allí, acompañando en oración, saldrán destellos de luz, que harán una burbuja protectora sobre sus lugares santos y varios kilómetros a la redonda. Los sensatos y puros de corazón, los humildes, serán llevados por mi Espíritu, para asentarse a sus alrededores y confirmaré que son mis elegidos para tranquilidad de los míos. La oración os protegerá y dará la paz necesaria para sobrevivir un tiempo sin conocer que ocurre afuera. Unos pocos serán designados para salir y enviar mensajes a otros y medir cuanto ocurre en el orbe. Seguirán anunciando el Reino de los Cielos y cuanto os dicto. Se prepararán para hacer esto sin ser vistos o monitoreados. Será pues el momento de agonía, pero guarden la esperanza de saber que se acerca mi Hijo a quien han dado gloria con su obediencia, su entrega y su fe. Desde allí, le verán llegar entre querubines y una majestuosa carroza. Su corona más brillante que el sol. Vestido de lino blanco. Resplandeciente entre nubes y gloria. Entre cantos celestiales y cantarán, y entonarán con los coros angelicales, el alleluyah, pues su Dios habrá cumplido cuanto os ha anunciado. Vivan con la confianza de ver este momento amados, pues serán ustedes mis críos quienes le verán. Así la dificultad os ataque, así el mal parezca triunfar a su alrededor. Cuando sientan el dolor de tener que despedir a los suyos para no verlos más, o dejar atrás cuanto adquirieron con tanto esfuerzo. Ante todo, esto seguirán confiados en mis promesas, pues cada una la cumpliré. Y se unirán a la crucifixión de mi Hijo Unigénito y participarán de ella en su dolor y así expiarán sus pecados. Pocos verán tal misericordia como la que regalaré a aquellos que se mantengan fieles y leales conmigo. Aquellos que me defiendan y den todo por cumplir cuanto os digo y auxiliar a mis ovejas, perdidas, descarriadas y próximas a caer en el abismo. Firmes en fe mis amados, firmes sus corazones unidos al mío. Os guardo y cuidaré como a mis hijos consentidos. Os bendigo. Dios abre en Isaías 52, 12-16. Yavhé consolador.
2020-08-26 Dios mío, Señor mío, para ti nada es imposible, líbrame de caer en las falacias del mundo, En los planes de los impíos; Líbrame de orquestar el mal con tus enemigos O de ayudarles o apoyarles sin saberlo Líbrame, mi Dios, de los engaños del mundo, De seguir sus valores corruptos y de aceptarlos. No permitas que, en mi ignorancia, en mi escaso Conocimiento o siendo engañada, haga Cualquier cosa que te ofenda, que manche mi alma. Líbrame de caer en planes del seol, De ser seducida a lo que instiga en tu contra, De ser confundida por la bestia. Líbrame de escoger el camino de la perdición Por mi ceguez o porque perdí el rumbo, Solo tu puedes alertarme, solo tú puedes mostrarme El camino, solo tu me conduces a la verdad. Que no caiga yo en nada que te ofenda, En nada que no sea tuyo. Renuncio al demonio y todas sus acciones en el mundo. Renuncio al Nuevo Orden Mundial Renuncio a ser marcada Renuncio a cualquier obra que atente contra Dios y su iglesia verdadera Renuncio al mal y todas sus obras. Líbrame, Señor de ser engañada. Que, por temor, necesidad, bajo persecución O por salvar mi vida, haga algo que te ofenda o ponga en peligro mi vida eterna. Líbrame de parecerme a los impíos De no ser ejemplo tuyo con mi vida De asemejarme de cualquier modo a tus Enemigos y así, ser mal ejemplo para quienes Te buscan. Líbrame de profesar mal tu fe. De caer en Tibiezas o de apacentarme con poco y no Buscar tu Gloria en todo. Líbrame de evitar le dificultad, de quejarme del Peso de mi cruz, de no unirme a la cruz de tu Hijo ante la prueba o de buscar mi bienestar de Primeras. Líbrame, Señor de ser confundida. Que tu verdad y palabra estén siempre ante mí. Que tus virtudes y dones me acompañen. Que tu bendita Madre me guarde en su corazón. Que tu Santo Espíritu me ilumine. Hasta que llegue a tu presencia y a tus brazos En la morada eterna. Amen
2020-08-25 El Padre os esperaba así, vestida de mi cena. Llevas puesto el manto de la gracia que os acompaña al ser uno conmigo, el recibirme e invitarme a quedarme allí con ustedes. Manto protector que yace sobre el alma que es amistosa conmigo. Su Padre quiere ser su amigo a quien le confían todo, a quien acuden para ser consolados, a quien buscan para sentirse acompañados, pero también quiero ser su Padre a quien obedecen, de quien aprenden, a quien escuchan. El único que os hace sentir protegidos y a salvo. Padre que debe ser respetado y honrado. Quien imparte castigo cuando es necesario. Quien os exige porque os ama y conoce el potencial de cada hijo. Como Padre os veo y conozco a la perfección. Conozco sus defectos, sus fallas de carácter y también sus bondades y talentos. Según sea necesario os aprieto, os demando, os exijo, solo porque conozco cuanto me pueden dar. No guarden nada para el mundo mis pequeños, denlo todo al Alto. No teman perder nada, pues cuanto me donen se verá multiplicado en gracias y virtudes y en abundancia de méritos para la vida eterna. Cumplan con sus labores, pero rebocen de amor y generosidad hacia mí. entréguenme todo. Os veo preguntándose, ¿Qué quiere el Padre del mí? El Alto, Dios de la creación, Rey del universo os dice, sean generosos con sus bienes, con su tiempo, con sus talentos, con sus familias. Donen su mente, sus palabras, sus tiempos libres. Dense por completo a mí. Oren con generosidad, practiquen ayuno y mortificación con generosidad. Busquen lo santo sobre todo lo demás. Miren sus vidas y piensen cuanto más pueden dar. ¿Estará en sus closets, en sus neveras, en sus bodegas? ¿estará en sus palabras, en sus mentes, en sus cuerpos? Escudriñen su vida. Si es necesario escriban la lista. ¿Qué no me han dado aún? ¿Qué no han donado al Alto? Os amaré con lo poco o mucho que quieran darme. Os amaré con lo poco o lo mucho que quieran deseen dejar del mundo para agradarme. Os amaré en lo poco o mucho que se donen. Dios abre en Salmo 65 (64). Himno de acción de gracias. Su Señor os devolverá lo donado mis amados y serán saciados y gozarán de llamarse míos; os cobijo en mis brazos lejos de la muerte y el seol, de los contratiempos del mundo, os alzo y levanto de ente las multitudes, cuando el mundo entero se esté cayendo y desboronando. Os lleno de gracias celestiales, que les hará vivir alegres entre las tinieblas y protegidos de sus humos y peligros. Brillarán como faros resplandecientes y erguidos. Abundancia de bendiciones para ustedes y los suyos. Sentirán en vida la paz de su morada prometida, para no caer en desasosiego ni angustia. Busquen lo santo mis amados y serán herederos de los santo. Dios abre la Ley en Isaías 61, 1-11. Misión profeta. Dense por completo, hijos de Dios, no escatimen. Cumplan la misión a la cual han sido llamados. No se sacien solo con cumplirla, pues esto os bastaría para llamarse buenos y ganarse el cielo; sino más bien busquen cumplir y aún más, hacerlo con amor; busquen santidad y atraer a mis ovejas por la luz que irradian. Cumplan su misión y oren, para que, al hacerlo salven almas y así por mi gracia, a su vez, se vuelvan partícipes de la acción de mi Hijo. Cumplan su misión, pero aún más, ofrezcan su esfuerzo y busquen incluso cargar de más, para que así no solo lleguen a su encuentro conmigo, sino que lleguen con sus manos llenas de caridad que hicieron a las almas. Hagan su labor con esmero, y aún más, dense por completo. Que cada día, cada uno de sus actos, palabras y pensamiento sean un obsequio para mí. Os bendigo mis hijos. No os pido en demasía. Os pido porque os amo. Te bendigo pequeña. Ora.
2020-08-25 Es en la oración donde yo hago presencia en cada alma, y es allí donde sus ojos, oídos, corazón y mente se abren solo para mí, y me sienten y escuchan con mucha más precisión y amor. El que ora habla con Dios. El que ora ama a Dios. El que ora sirve a Dios. Es en la oración donde yo entro en el alma de cada uno y hago prodigios. El alma sin oración está tan llena de sí que no siente que Yo le sea necesario en su vida. Se siente insuperable, y a mi me deja a un lado. Más en tiempos difíciles se postra delante de mí y ora. Ay mis pequeños, cuanto me agrada la oración sincera y tierna en todo momento, que solo buscar estar a solas con su Padre Eterno, que busca darme unas palabras de amor, que busca su felicidad y paz en mí. Mi pequeña, todo tiene su tiempo, yo cree el mundo y yo cree el fin, soy como un circulo en donde soy inicio y fin. Fuera de mí, mi amada, nada hay. Soy yo quien reinará siempre, hasta los confines de la tierra. Soy yo quien busca que la hora de la justicia llegue en el momento indicado. Pues mi mano justa no ha caído aún sobre el orbe por tantas almas santas que brillan en medio de tanta niebla oscura. Son pequeñas luces blancas que se ven desde el cielo lo que no ha hecho que llegue la hora tan terrible para la humanidad. Son aquellas almas que buscan la perfección, que oran por el mundo, que reparan cada pecado. Son aquellas almas que buscan aliviar mis penas. Son también aquellas que están escondidas en conventos o seminarios, son aquellos hijos predilectos que con solo una oración suya pidiendo perdón, baja mi mano justiciera sobre el orbe. Si mis pequeños, son aquellas almas cuyo amor, caridad y fe llegan hasta lo profundo de mi corazón y lo ablanda. Son aquellas almas que se postran ante mi y me piden misericordia, que contemplan la pasión de mi hijo y me ofrecen su sangre. Ay mis pequeños, si fueran cada vez más almas, su Padre del cielo esperaría. Su Padre del cielo os daría tiempo, su Padre del cielo os daría la sabiduría bajada del cielo para que estén preparados para aquella hora. Pero mis pequeños, ya es demasiado, mi corazón sangra de dolor, mis ojos lloran lagrimas amargas, mi Madre se arrodilla frente a mi con sus ojos llenos de dolor y me suplica tiempo, me suplica misericordia, los ángeles se arrodillan ante mi y esperan mis órdenes. Ya todo está en puertas, y ustedes siguen pensando que ese día es lejano. Ustedes siguen creyendo que ese día no se dará pronto. Ustedes siguen pensando que ese día no lo vivirán. Ay mis pequeños, tantos anuncios, tantas palabras, tantos milagros y siguen sin creen de quien os habla y os llama. Pocas almas perseveran, muchas almas se rinden al ver que pasan los días y el día de Dios no llega. El alto os dice, no bajareis la guardia, la perseverancia es para los justos, quien no persevere hasta el fin, ese perderá. Quien no persevere hasta el fin, ese perderá todo el esfuerzo y el camino que ya había avanzado hacia mí. El que persevere, ese es quien se salvará. No seáis cómodos. Que el Alto os pide que, como guerreros a punto de iniciar la batalla, confíen en el Dios que os hizo y que cumplirá con cada una de sus promesas. Como guerreros saldrán al encuentro de su Padre. Abre la ley. Dios abre en Macabeos 1, 43-67 “persecución religiosa” Os pregunto, ¿Estáis dispuestos a dar su vida por mí? ¿a que a raíz de los sucesos malvados abandonéis al mundo y me elegís a mí? ¿a seguir mis leyes antes que las del mundo? ¿a preferir la muerte antes de desagradarme con cosas manchadas? ¿a sufrir fuertes tormentos antes de injuriar mi ley y mi nombre? Ay mis pequeñitos, cuanto os amo. Cuanto os deseo tenerlos junto a mí. Pedid fortaleza y yo os la doy. Ya vez mi pequeñita Ester, os vuelvo a decir, la persecución ya ha iniciado en el mundo entero. Buscan que todos renuncien a su ley. A la ley de Dios. Buscan apártalos de lo de Dios. Buscan gobernarlos desde un solo camino. Buscan que renuncien a Dios, a lo sacro, a lo solemne. Es ahí el propósito de evitar que vuelvan a mi Misa, es ahí las puertas cerradas de las iglesias. ¿ya entiendes mi pequeña? leyes creadas por hombres de mala voluntad, pueden llegar a formar todo el caos que se acerca. Unas pocas leyes anunciadas por los reyes del mundo harán que poco a poco se desencadene todo. Si mi pequeña, todo se acerca, de una forma sigilosa y escondida. Poco a poco os anuncian nuevas leyes, medidas y políticas que os obligaran a escoger su camino. Poco a poco se verán cada vez más acorralados y ahí es cuando tendrán que salir, cuando todo se destape, todo será tan rápido que muchos no alcanzaran a discernir, muchos no alcanzaran a entender. La elección es ya. Que nada os coja de sorpresa, pues su Padre del cielo os llama, os anuncia y os habla. Ay de aquel que no oiga.
2020-08-18 i se abren al actuar de mi Espíritu, y obran cuanto os pido, el alma se hace dócil a mis sutiles toques y su camino se ablanda y se hace suave y fluido. El que entorpece mi actuar, hace el recorrido lento, incómodo y confuso. Uno más tosco y difícil para el alma que busca su camino hacia mí. La humildad me llama, la obediencia abona el terreno, pero el aceptar el sufrimiento, el aceptar los designios del Alto, esto eleva el alma al lugar sublime y le encuentra con mi Hijo y le hace partícipe del Alto, sublime, el acto de amor más grande. Es pues este el camino hacia el amor verdadero y a su vez el único camino que os trae hacia mí. No en vano os he dicho. Dios me pide alcanzar su Palabra y abre en San Mateo 16, 24. “Si alguno quiere venir detrás de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Mis amados, es en el cargar de la cruz que avanzan en su camino hacia mi. Es precisamente durante la prueba y el sufrimiento que sus almas se encuentran con mi Hijo y se nutren de las gracias que solo son otorgadas a aquellos que participan de su pasión, al donarse como el se donó, por amor al Padre, por el bien de las almas y renunciando por completo a si. Poco hacen si no obedecen, no avanzarán a los lugares reservados para los míos, sin humildad, pero sin sufrimiento, no heredarán las moradas reservadas para mis hijos más amados. El sufrimiento incomoda el hombre, apegado a su temporalidad. Su vista es corta, centrada en el ahora y aquello que le hace ciego hacia la eternidad, el lugar dónde se cosechará lo sembrado por el sufrimiento presente. Busquen pues hacerse uno con mi Hijo de la única forma que pueden en este valle de lágrimas, partícipes de su entrega y sufrimiento, soportando en amor; y así, serán portadores del dulce huésped del Alma que hará del sufrimiento un gozo y paz incalculables para el hombre, pero revelador para las almas, que buscan seguir en todo a mi Hijo, Jesús. No crean que sus alegrías les llevarán al cielo, mis amados, sino el soportar su sufrir con alegría. Esto os trae a mí.
2020-08-15 Dios, el Altísimo, Rey de Reyes y creador de todo cuanto yace en el universo. Tu Padre y Padre de todos aquellos que habitan en el planeta. Que el orbe entero escuche mi voz y mi llamado, postrados ante la Gloria de lo eterno y de la verdad. Escuchen pues raza de pecadores que ni reconocen a su Padre cuando me presento ante ustedes por la ceguez ocasionada por su pecado. Se avecina ya el día en que su alma se presentará ante mi en el gran aviso y os revelo por estos días, el estado de su alma, cuan enferma está, moribunda o por lo contrario si es un alma clara y limpia que ha procurado el bien de otros y buscar su amistad conmigo. A ustedes raza perdida y convaleciente. Bajo ahora a dar remedio para su enfermedad. Vuelvan a su Padre y a todo lo santo para ver mi gran misericordia en este día, desprecien ya sus caminos pecaminosos, todo aquello que solo os da el sin sabor de la humanidad y mundanidad. Arrepiéntanse ahora de su maldad y egoísmo. Recogidos ahora, han visto cuanto daña los excesos de la vida exterior. No callen ahora la voz de su Padre amoroso que os llama en la intimidad con la dulzura y autoridad del Padre que os recibirá con los brazos abiertos, si como el hijo prodigo vuelven a mi con el corazón contrito. Desprecien pues lo contrario a mis virtudes. Rechacen el deseo de hacerle mal a otros por su egoísmo. Abajen sus cabezas atosigadas de la soberbia del poder y conocimiento. Alejad su avaricia y salir al encuentro de aquel necesitado de comida, techo, compañía. Basta ya de la carne y su lujuria, aborrézcanle como si fuera con esta que matan lo poco que queda de su alma y le envían a su perdición. Animalitos se han vuelto, faltos de cordura y continencia. Exacerbados sus sentidos por toda la podredumbre que entra por sus ojos y sus oídos. Desistan de sus vidas placenteras y excesivas que me ofenden con sus excesos con todo. Su gula, su pereza, su vanidad, su mentira, su superficialidad. Que solo incitan al pequeño a sentir envidia y malestares. Abandonen ya a la mujer perniciosa, la que seduce por completo en su seno lujurioso y adúltero. Ustedes mujeres del vil, que llevan al fruto de su vientre a las fosas eternas, reparen ya sus ofensas en mi contra pues mi ira se exacerba ya contra esta raza pecadora y cruel y doloroso será el día que caigan bajo el peso de su verdad, escrito en el libro de la vida. La enfermedad que padecen ahora es tan solo una pequeña muestra de la enfermedad de esa alma entregada al rey de las tinieblas. Nada limpio hay allí, en esos cuerpos corroídos por el pecado y todo cuanto dejan entrar en él. Por sus ojos, los que ven. Escuchen cuanto blasfeman. Solo basta con rendirse al llamado de su Padre y renunciar a satanás y verán un camino allanado de paz, gozo, amor, bondad, fe y verdad. Abandonen ya sus pecados, alejaos de las concubinas, de las casas de perdición, que todo aquel que os invite a alejarse de mi amor, impreso en sus almas desde su creación. Alejaos de las obras de la carne, que solo se apegan a esta vida pasajera y condenan su vida eterna. Niéguense hijos míos y heredarán el reino de los cielos. Nieguen al hombre natural y fortalecerán el alma que pronto se reunirá conmigo para escudriñar su actuar. A ustedes os he llamado a ejercer control de esos impulsos y pasiones que os escandalizan y vuelven sordos a mis llamados. Refuerzan ahora sus intensiones y practicas piadosas. Esten pues, más vigilantes. Dupliquen ayuno y sacrificio, todo cuanto refrene esa carne tan tentada por los demonios sueltos por el mundo cuya única misión es verles morir. Ser lanzados al fuego eterno. Raza de perdición. Escuchen a su Padre. Camino solo hay uno. Dios abre la Ley en Evangelio San Juan 14, 1-31 Dios me pide abrir el libro “La imitación de Cristo” Pág. 90 la debilidad humana del 1 al 5 “1. Desdichado serás donde quiera que vayas, si no te conviertes a Dios. ¿Por qué te inquietas tanto cuando los asuntos no te resultan como los deseabas y los tenías proyectados? ¿Es que hay alguna persona a quien le resulte todo conforme sus gustos y deseos? Ni tu, ni yo, ni persona alguna sobre la tierra. No hay en el mundo quien no tenga tribulaciones, angustias y pesares, aunque sea jefe de una nación o Sumo Pontífice. ¿Quién es entonces el que lo pasa mejor? Sin duda el que está resuelto a sufrir por amor de Dios todo lo que suceda. 2. Muchas personas de alma débil y enfermiza dicen: “Miren que buena vida se da ese señor, que rico es, que grande y poderoso, y que altos puestos ocupa”. Pero si consideras los bienes celestiales y eternos, verás que comparados con ellos valen muy poco los bienes temporales, porque son muy inseguros, y muchas veces producen más preocupaciones y angustias que paz y felicidad, ya que no se pueden poseer sin temores y zozobras. Para que una persona sea feliz no es necesaria la abundancia de bienes materiales. Basta tener lo suficiente. Dijo el sabio profeta “Señor: que ni me falte ni me sobre, porque si me faltara me desespero y si me sobra me olvido de ti” (Proverbios 30,8) El vivir en esta tierra trae muchas dificultades. Cuanto más espiritual desea ser alguien mas desilusiones encuentra al ver con mas claridad y sentir más agudamente cuanta miseria y corrupción humana hay en esta vida. Las debilidades humanas entristecen a la persona espiritual que desearía verse libre de todas ellas y de todo pecado. 3. A la persona de vida interior le molestan mucho las miserias y debilidades de la naturaleza humana. “Líbrame Señor de mis miserias y persona mis pecados que son muchos” (Salmo24). Pero ay de los que no se dan cuenta de sus miserias y más todavía viven apegados a los bienes temporales de esta vida miserable y mortal. Porque algunos están tan exageradamente apegados a lo temporal que si pudieran vivir siempre aquí en la tierra no pensarían nunca en el reino de Dios, aunque a penas consiguieran lo necesario, trabajando o mendigando. 4. Que imprudentes, locos y sin religión en el corazón, los que yacen tan sumergidos y sepultados en los bienes terrenales, que solo aprecian lo que es material y carnal. Pero al final de la vida verán con gran desilusión que lo que tanto amaron era en realidad de mucho menos valor de lo que imaginaban. Por el contrario, los santos de Dios, todos los buenos amigos de Cristo sabían dominar las inclinaciones de la carne, y no dejarse seducir por lo que ante el mundo resplandece y brilla, y todos sus anhelos y todas sus esperanzas se concentraban en los bienes eternos. Todo el ardor y el deseo de su corazón los arrebataba y los dirigía hacia lo alto, hacia lo invisible, permanente y eterno para que el amor y apego hacia lo sensible y terrenal no los dominara y esclavizara. Cumplían el precepto del apóstol: “Ya que habéis resucitado con Cristo aspirad a los bienes de allá arriba, no a los de la tierra” (Colosenses 3,1) Hermano mío, no pierdas l esperanza de progresar en el espíritu y en la virtud, todavía tienes tiempo y oportunidades para conseguirlo. 5. ¿Por qué dejar para mañana el cumplir tus buenos propósitos? Ánimo. Levántate ahora mismo de tu pereza y empieza ya enseguida diciendo: “Este es el tiempo de trabajar, este es el tiempo de luchar, este es el tiempo oportuno para enmendarme”. Cuando estés mal de salud, afligido y angustiado entonces es tiempo de merecer y ganar premio para la eternidad. “El Señor nos hace pasar como por fuego y agua, pero nos hará llegar al reposo” (Salmo 65,12)
2020-08-13 El peso de la cruz fortalece el espíritu, el peso de la cruz otorga templanza y firmeza. El peso de la cruz repara el pecado que marca el alma y así hace que poco a poco desaparezca esa cicatriz. Alégrese aquel que atraviesa la prueba en nombre del Señor. Alégrese aquel cuya cruz se hace más pesada al servirle al Altísimo, pues estos serán aliviados. Dios responde ahora a todo cuanto has pedido en oración pues solo se crece en espíritu atravesando el crisol. Solo se crece en gracias atravesando por el desierto. Alégrense aquellos que serán señalados y difamados por mi causa, pues de ustedes será mi reino de los cielos. El mal confunde, el mal divide, el mal obnubila, el mal desespera. El vil atormenta, el vil señala y juzga el vil siembra engaño, se jacta en mal entendidos, se jacta en la mentira. El mal exaspera los sentidos y lleva a la mente los placeres y excesos. Excesos en todo, aún en la aparente fervorosidad. El mal siembra rivalidades, busca hacerse notar para llevarse consigo más amistades y seducirles hacia lo mundano. El mal engatusa, el mal se viste de muchos disfraces para seducir a su presa. Críos, os enseño y alerto. Os doy pautas para que identifiquen que ha sido sembrado por el vil, pensamientos, deseos, conversaciones, inclinaciones, acusaciones. El vil siembra, pero el hombre se encarga de rociar y abonar terreno o de cortar la hiedra venenosa que amenaza los frutos de Dios. Os enseño no para que esperen a ver los efectos de aquello que obstaculiza lo mío, sino para que sean capaces de detenerlo antes de que germine. Dios abre en Salmo 56(55) “El fiel no sucumbirá” Dios vuelve a abrir la Palabra en Salmo 140 (139) Hallan daños para el ser luego de mucho tiempo de sufrir la tos, se exacerban algunas enfermedades de antaño. El hombre cree poder poner al ser bajo lupa como si fuese el Alto, pero su ciencia fallará. Algunas vacunas enferman al ser, otras curan, la tos va y vuelve, pero no se irá del todo. Largo será el retorno a la supuesta normalidad, pero nada será igual. Todo se desajusta, como entrar a una casa decaída luego de que un sismo la sacude. Aquellos alejados de mi entrarán en desespero y grupos se forman para tomarse el orden. Sutilmente se toman el poder y dictarán órdenes y normas para ejercer control. Varias ciudades serán desalojadas y acrisoladas entre revueltas. Ahora tan solo siembran la necesidad de buscar otra forma de regirse y pronto verán el caos que han querido producir. Ante el caos sean pues como los hijos de Dios que se sostienen firmes e inquebrantables y no se dejan llevar por las tormentas de la confusión que es sembrada precisamente para confundir a todos, aquellos que se llaman míos y también aquellos que creyéndose míos se dejarán arrastrar por la confusión. Dios abre la Biblia en San Mateo 7, 21-77 Controlen sus pasiones, sus afanes, sus temores. No sea que en medio de ellos dejen de estar vigilantes de la llegada de su Señor y dejen de preocuparse por lo importante, mantenerse puros. Dios abre en San Mateo 13, 24-30. Parábola de la cizaña.
2020-07-23 La valentía del cristiano yace en su Fe. El que tiene fe, conoce la bondad de agradar a su Padre del Cielo y confía plenamente que al agradarle todo bien florece. Puede costarle ajustar su vida para vivir en gracia y amistad conmigo, pero es mayor el privilegio de estarlo y por esto su motivación no decae ante la dificultad o el pasar de los días, antes bien, se es valiente ante la incertidumbre de lo que impliquen esos cambios y ajustes de vida y de carácter. No son valientes pues, por mérito propio sino por su fe que les fortalece y hace desear mi agrado. Mis guerreros valientes lo son conociendo y recordando su máxima recompensa, su entrada triunfante al cielo, ver como les acompaño y sostengo en vida y luego su llegada a mis brazos para la vida eterna. Habrá grandes cambios que estremecerán y probarán la fe de los críos y de los hombres. Os guardo como míos si no resisten a ellos, si no desfallece su fe y con tenacidad abrazan cuanto permito ahora. Como guerrera os pido impartir fortaleza y seguridad a los míos, hablando verdad y mostrando la bondad del siervo fiel. En guerra los soldados encuentran seguridad en los grandes guerreros, que con ejemplo guían a sus tropas hacia la victoria. Que divisan estrategias contra el enemigo y que luchan a la par en la batalla. Son los últimos en descansar y los primeros en amanecer. Los que más fuertemente combaten en batalla, para que su ejemplo sea motivación y seguridad para los suyos. No muestran pues su debilidad, sino que, confían y dan muestra de valor y perseverancia. De noche, alistan sus armas, oración, la Palabra del Altísimo y su dialogo conmigo, para amanecer fortalecidos y no ser sorprendidos al alba por el enemigo. Al despertar invocan mi nombre, se ciñen de mi y visten mi armadura. Los demás les ven e imitan con la confianza de aquel que sigue al ungido y lucha a la par de aquel cuya fe no flaquee. Necesito guerreros valientes, no tibios sumergidos en sus temores y dudosos de mis promesas. Que se preocupan más por todo cuanto tienen ahora y no por ganarse su puesto en mi morada. Que se quede conmigo aquel que me ama por encima de su vida, sus bienes y sus planes. Pues no dejaré que el dudoso frene a los míos y enrede mi actuar. Son pues instrumentos del vil, que se vale de su fe tibia y falta de palabra, para adentrarse en lo mío y sembrar podredumbre desde la raíz. Os digo, pobre aquel que interpreta a su antojo, según su gusto y necesidad. Su egoísmo le llevará a la perdición. Pobre de aquel que, por su gran falta de amor, no trae a mis brazos más almas y cree así estar llegando a la santidad. Su soberbia le mancha su devoción. Pobre de aquel que sumergido en el miedo guía a otros al abismo.
2020-07-16 Los oros de los justos llegan al cielo como aroma fresco de rosas. No se cansen de orar ni se ocupen en demasía en otras labores. Ofrezcan sus trabajos como continua oración y no serán descartadas sus plegarias. Antes bien, en fe clamen al Alto, postrados y arrepentidos y con prontitud su Padre que os ama y escucha vendrá en su encuentro. La enfermedad del cuerpo es tan solo un medio que permito para acercar a mis hijos hacía mí, enseñarles abandono, a verse pequeños y necesitados de mí. No como un tirano que sea ver a muchos indefensos rindiéndole pleitesías y jactándose de su poder. ¡No! Sino como un Padre que en silencio os ve escoger caminos y vidas distantes a aquellos que he trazado para su bien y luego, al tropezar, os levanto y consuelo y permito aprendan de su errar y reconocerse pequeños para cuestionarse si el camino que recorren será el correcto. Triste es para el Alto ver que algunos solo vuelven a mí al verse privados de su bienestar y salud. Solo así ven lo falaz y el engaño en el que el vil os seduce y hace llevar vidas vacías. Llenas de todo, pero vacías. Fáciles y ricas, pero vacías. Placenteras y llenas de lujos, pero vacías. Permito gran enfermedad ahora, porque grande es el pecado y miles son aquellos atrapados por estas vidas llenas de todo, pero vacías de mí. Sus estilos de vida, llenos de bienes y comodidades, títulos y cargos, poder y nombre que os obnubilaban y os hacen idólatras de sí mismos. Ególatras. Todos pecan contra mi primer mandamiento. Amarme a mí sobre todas las cosas. Si os pido por amor a mí, ahora, entregar sus trabajos, sus bienes, sus comodidades, ¿Cuántos lo harían? Aman su tiempo, aman sus planes, aman su descanso, aman reconocimiento, aman su vanidad, aman sus vidas armadas bajo sus sueños y pasiones. No me aman a mí. Aquel que me ama busca agradarme y sabe que nada de esto me agrada. Dios abre la Biblia y se abre en Evangelio según San Mateo 16, 24-28. No teman perder nada, solo sus vidas si su alma yace enferma. Preocúpense más por la enfermedad del alma y vean la del cuerpo como una oportunidad para ahondar en el alma, verle y sanarle. Si viven para ustedes mismos, sus almas no tendrán brillo. Si viven sin pensar en otros, sus almas estarán grises. Si viven sin hacer el bien y amar, sus almas estarán negras. Si no aman a mi Hijo, sus almas estarán muertas. Yo soy la vid, el Pan de Vida. Todo aquel que coma y beba de mí, será sanado. Todo aquel que en fe me reciba, no caerá enfermo y su alma brillará con la luz de mi Espíritu que le habitará y consolará. Os amo infinitamente, os amo perfectamente. Eso que buscan mis amados, solo lo encontrarán en mi amor y solo amando de verdad encontrarán mi amor. Ama a todos, más, mucho más que a ti misma, y ámame a mí sobre todo y todos. Ama sin límite. Así te haré fuerte.

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