Sellamiento

Oh Padre Celestial, de Ti procede toda bendición en el cielo y en la tierra.

En el nombre de Jesús, tu hijo bendito y Señor Nuestro, por el poder de las Santas Llagas y de la Santa Cruz, atamos, encadenamos y amordazamos todo espíritu del mal, y sellamos con la Sangre de Jesús nuestro cuerpo, alma, espíritu, mente, corazón y vida, nuestro pasado, presente y futuro, todo lo que somos, todo lo que tenemos y todo lo que hacemos.

En el nombre poderoso de Jesús, en el de San José y en el dulce nombre de María, sellamos todo nuestro ser y este lugar.

En el nombre de Jesús invocamos a San Miguel Arcángel, a San Rafael y San Gabriel y con todos los Santos Arcángeles, por intercesión de la Virgen María, prohibimos a todo espíritu del mal y a todo espíritu inmundo, hacernos daño en nuestros bienes espirituales y materiales, en nuestra familia, en nuestro trabajo y en nuestros grupos de oración. Amén.

Oh, San Miguel Arcángel, con tu luz ilumínanos, con tus alas protégenos y con tu espada defiéndenos.

Amén.