2015-09-22 |
De mi mano nadie cae, de mi mano, no importa cuanto imponga y pese el mundo, los míos triunfarán. Les dirán locos, les preguntarán cómo pueden vivir y sobrevivir, todos parecerán tener y llevar vidas imposibles. Brillarán en medio de la oscuridad, porque yo vuelvo lo imposible posible y hago de los míos faros que irradiarán a la humanidad. Si tan solo su fe fuera mas grande, ya vivirían cómo los reyes que son. Los señalarán, sí, no por sus grandes riquezas y logros, no, sino ante todo por desafiar lo que rige el mundo hoy, por salir del patrón, por volver lo imposible posible. Si hijos, en mi será posible vivir según los valores de mi santa iglesia, según las enseñanzas de mi hijo. Humildes pero con una gran corona, que es la que da el espíritu. Sencillos pero rebosantes de luz. Austeros, pero colmados de caridad y sabiduría. No teman hijos, las cosas no les harán falta, las donarán con amor cuando entiendan el peso que les quito de encima al desapegarlos de lo que perece y no tiene valor. Andarán más livianos, solo cargados con lo mío, solo vestidos con mi armadura, portando mi palabra, mi evangelio y mi fe.
Sabrán de memoria, ciencia les daré, porque no podrán andar con lo mío abiertamente, no, llamarán la atención del enemigo y os mandaré ser prudentes y guardar mis secretos. ¡Cuánto trabajo les queda y cuantas almas deberán instruir! Maestros serán, enseñarán mis mandatos, mi ley y darán mis S.O.S con indicaciones para sobrevivir y aguantar los duros tiempo que se avecinan. Caminarán y caminarán, recorrerán largos trechos, porque no hay lugar dónde Dios no llegue, ni alma por la cual no haga hasta lo imposible por llegar a socorrer.
Porque mi amor es infinito. Sí, los ame desde antes que nacieran, desde el instante de crearlos y permitir sus vidas en esta tierra. Los he amado infinitamente al abrazarlos cada noche, acompañarlos en su intimidad, aún en sus caídas, cómo un padre pendiente los ayude a levantarse y me preocupe cómo todo padre cuando ve a un hijo salirse del camino. Me angustié al verlos lejos, me dolió su pecado cómo a un padre le duele la mentira de su hijo, pero mi amor, aún así, fue mas grande y volví a ustedes, hijos, a insistirles, a tratar de enamorarlos. Mi amor no ha dejado a ninguno de mis hijos, aún el que peores pecados ha cometido, lo espero. Mis brazos siguen extendidos y al ver a un alma lanzarse a la fosa, mi ojos lloran desconsolados, cómo los de un padre que pierde a su hijo. ¡Cuánto os amo hijitos!
El que ocupa el trono de Pedro, dile a todos que su humildad y sencillez que dice viene del alto, de su imitación a Cristo, es falaz. Engañoso. Recuerda, Satán imita todo lo del alto.
Mis hijos no se preocupan suficiente por orar y discernir, por desenmascarar el engaño que promulga, cómo poco a poco desestabiliza, desconcierta, confunde y envenena. Hija, sus cambios se basarán en acoger a todos y así imita mis deseos, pero solo Dios conoce corazones y tiene poder para esto. ¿Quién es él? ¿Qué autoridad puede tener? Cómo para creer que él puede acogerlos, transformarlos. Falso ecumenismo. Esto es creerse Dios. Solo ante mi llegan todas las almas y ante mi hijo en su juicio. ¿Es él Cristo Salvador? ¿Es juez? Miren y estudien bien hijos, lo mío, para no caer en confusión, hacia dónde miran todos, allí no mirarán ustedes. Dónde estén todos, allá no entrarán ustedes, dónde se empleen ellos, ustedes no pisarán. Yo os auxilio míos. Se los indicaré, porque cada vez mas aumentarán sus seguidores, serán cegados por un falso hermanismo, apasionados estarán y contrario a lo que promulgan, estarán dispuestos a atropellar a quienes no comparten sus nuevos ideales. Un bien aparente, impuesto y mercadeado. Estará en todas partes.
Hablarán de tolerancia, pero no tolerarán. Se mofarán de lo sacro. Hablarán de amor, pero será vacío y viciado, libertinaje y dolor sembrarán. Hablarán de amor por la naturaleza, pero sus actos serán antinaturales y manchan mis milagros con paganismos y rituales. Hablarán de leyes y normas creadas precisamente para transgredir a su antojo la ley, flexibles y blandas sus normas para que ellos mismos las dobleguen. Hablarán de verdadera espiritualidad cuando sus prácticas teñirán de negro el alma y mantendrán a todos ciegos y con sed de saciarse.
Paganos se han vuelto nuevamente con sus energías y sus amuletos. Con sus prácticas y ejercicios. Ejerzan mi ley y lo mío. No hay nada más, no existe nada más, sino lo mío. Que no los engañen hijitos. |
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2015-09-08 |
Honras a Deo aceptando la tarea. Corre a decir que el malo ya se asienta, su trono ya construido desafía lo mío, se burla y jacta de lo santo. Será en poco tiempo que se posiciona y los míos verán con dolor sus obras. Será rapaz, fugaz, no se darán cuenta en qué momento acoge a tantos, engaña a tantos. Serán muertos vivientes hija, no habrá uso de razón. Verle será muerte. Oírle será veneno. Huid hasta los lugares más recónditos, ahí es cuando avisaré que es necesario huir, correr, dejar todo y esconder. En cavernas, en espacios escondidos, en lugares poco poblados. Será grato para los míos estar lejos de tanta maldad y confusión, y sentirán descanso en la oración, en las labores sencillas. Trabajarán con sus manos como sus antepasados, labrarán, sembrarán, construirán y orarán y se prepararán. Aprenderán los oficios de los sencillos y así me encontrarán. Tengo todo reservado para los míos y desde ahora les enseño. Pero cuidado, no olviden que os seducirán, engañarán, estará en todas partes, será imposible de escapar y triunfará al sembrar la duda.
Llenará falsamente los vacíos que el mismo creo. Lo llenará con lo suyo para gloriarse solo de lo suyo. Tendrán que aguantarse las ganas de protestar, su mandato del cielo será el silencio y otros serán enviados a hablar y dar todo por mí y por sus sacrificios serán premiados. Pero otros querrán hablar, gritar y deberán callar. El espíritu los ayudará a aguantar.
Y entonces será torrencial la sangre que corre de inocentes, serán cascadas y el dolor rebozará la copa y así el que ama verdaderamente, el que enseño a amar, el único, el verdadero, sostenido por mí mano llegará. Quietud habrá, nubes de luz y colores. Zumbarán los oídos con el regocijo y las alabanzas de la creación. Será hermoso y esta vez huirán quienes lo reconocen y han hecho el mal. Confusión penetrará el alma, los míos podrán mirar hacia el cielo y vivir el amor. Otros caerán al piso sin poder levantar la mirada, no serán merecedores, se humillarán.
El viento soplará sin haber brisa, viento celeste que limpia a sus pies y prepara el camino, se lleva lo teñido, toda la maldad. A sus pasos correrá su agua purificadora, salvadora y renovará, sacará la podredumbre y abonará el amor. Nada se podrá comparar, nada semejante se ha visto ni se verá. |
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